Para la metodología llamada aprendizaje basado en retos (ABR), este es un enfoque en el que el alumnado está muy involucrado en una situación problemática real, la cual está vinculada con su entorno. Este tipo de aprendizaje consiste en obtener el aprendizaje a través de la exposición de un grupo de alumnos enfrentando una problemática real que se busca resolver.
Se trata de una metodología activa en la que los alumnos están implicados, además de que contribuye al trabajo en equipo de manera cooperativa. Los alumnos buscan una solución real, siendo ellos mismos los protagonistas de su aprendizaje, además de trabajar en el desarrollo de manera crítica y reflexiva, analizando su respectivo entorno.
¿Qué es el aprendizaje basado en retos?
Su enfoque es la solución de un problema específico y real, lo cual trae implícita la explicación de un desafío. Esta forma de enseñanza dota a los alumnos de diferentes herramientas para afrontar su futuro de mejor manera.
Este tipo de aprendizaje, basado en el aprendizaje vivencial, permite aprender mediante la acción. Existen diferentes autores que promueven que los alumnos tengan un mayor aprendizaje cuando se enfrentan a situaciones reales que necesariamente les exigen una solución; algunos de estos autores son: Jean Piaget, William Kilpatrick, Carl Rogers y David Kolb.
Objetivo del aprendizaje basado en Retos
Tras este tipo de aprendizaje, se remarca un objetivo principal: conseguir en los alumnos un aprendizaje más activo y, sobre todo, práctico, aumentando el potencial de los alumnos, así como trayendo consigo la colaboración, la comunicación, la resolución de problemas y el desarrollo del pensamiento crítico.
A pesar de que está muy ligado con el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en retos enfatiza sobre aquellas situaciones que nos rodean sin limitarse a situaciones que suceden en un entorno del aula. En sí, ambos tipos de aprendizaje comparten una característica principal y participan de manera abierta, lo que facilita un intercambio dinámico y colaborativo entre los participantes. Este enfoque interactivo no solo aumenta la implicación de los estudiantes, sino que también promueve la aplicación del conocimiento en escenarios reales y prácticos.
El aprendizaje basado en retos se distingue por su foco en problemas actuales y relevantes de la sociedad o la comunidad, incentivando a los estudiantes a desarrollar soluciones innovadoras y prácticas que pueden ser implementadas fuera del aula.